05 febrero, 2012



Buenos días mundo. Hoy me he despertado con ganas de confesarlo, le quiero. En pequeñas particiones y a grandes corazones, él es todo. Por esa misma razón, me atrevería a asegurar que no habrán mejores manos que las suyas acariciando mi piel,  ni mejor olor en mis sábanas. Por que le quiero, y es por eso, que no permito que me digáis que el límite está en el cielo, cuando hay pisadas en la Luna.

No hay comentarios: