Y esque, para ser de verdad tenemos que empezar despacito, queriéndonos poquito, flojito. Pasando del cero al cien en diez segundos, pero todo lento, muy lento. Bonito, como tú, como nosotros. Hablando de ti, me acordé del día que te cruzaste en mi vida. Y de cuando aprendí a conjugar tu sonrisa en gerundio, mientras me hacías caricias en la espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario