aunque no lo sepas, he soñado mil lunas en tus caderas; he imaginado amanecer cada día abrazada a ti, y creo que aún no te lo he dicho. Que he estado mucho tiempo callada, pero pidiendo a gritos que sea tu voz la que suene al otro lado del teléfono, preparar el desayuno juntos, cruzándonos por la cocina, y sin que se note mucho chocarme mil veces contra ti para darme cuenta de que eres real, que estoy a tu lado, pintando un corazón con mermelada en la tostada, y luego ya si surge restregártela por la cara para poder hacer otra tontería más y tener la obligación de meternos juntos en la ducha, eso, y mil cosas más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario