04 octubre, 2012

"Lo tomas o lo dejas; me jodes, o me besas"


Ella era mi vida. Mi vida en tacones, mi vida en deportivas. Mi vida en verso, mi vida en canción, en película. 
Un día, alguien me preguntó, -"¿Qué tal te va la vida?", y yo, me paré a reír y contesté: -"¿Mi vida?", tan preciosa como siempre. 
Pensaría que estoy loco, supongo. Pero yo fui feliz. Me di cuenta de que mi vida viene los Domingos por la noche a mi cama, y me busca en cada amanecer. Me llama cuando quiere tener espacio, me llama cuando quiere que le de calor. Mi vida es hermosa. No llega al uno sesenta, y sus labios tienen el sabor a fresa que no se puede comparar ni con el chocolate. Dice que quiere llevar una vida sana. Que a partir de mañana no mezclará alcohol y solo fumará marihuana. Lleva diciendo eso desde que comía a besos a otro. 
Ahora ocupo el lugar del otro; pero sin vida sana.

-ya no se ser si no es con ella-

-He vuelto a creer que estabas aquí, 
que sonreíamos al amanecer encerrados en mi ventana, 
alimentándonos con besos.-
Hay que joderse, esto no debería acabar así. Sabes que el matarnos a la hora de desayunar y el comernos después de cenar era nuestro ritual más perfecto. Pero yo ya no se ser si no es con ella. Si no es con ella, la vida es mucho más puta. El metro es más oscuro y el Sol me acecha más fuerte. La vida es puta, pero más que ella, ninguna. Le quiero a pesar de nuestra relación a distancia. Pero poca distancia, y menos en mi cama. Me temblaban hasta los nervios más inexistentes cuando aparecía con botas, calcetines altos, y su bufanda. Y su olor. Su puto olor, que no se borra. Y joder, compartíamos los cafés de la mañana y los últimos cigarros al anochecer. Y ya no le encuentro ni en el humo. Y ahora me importa menos el tamaño del corazón que el de las piernas. Me da igual si es 'para siempre' o 'hasta nunca'.
Y esta es mi forma de ser, si soy sin ella.